16 Abr Las mejores monas de Pascua
En estas fechas de Semana Santa, uno de los dulces por excelencia más consumidos son las fogassetas o monas de Pascua. Al consumir la mona de Pascua se simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias han llegado a su fin. Sobre todo, es en Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón y algunas zonas de Murcia y Castilla la Mancha donde más se consume este producto.
Las recetas de elaboración de las monas de Pascua son relativamente sencillas, principalmente se trata de una masa a base de harina, aceite y azúcar que se divide en bolas que se fermentan durante unas 6 o 7 horas para después cocerse en el horno.
La palabra “mona” nada tiene que ver con el animal, sino que viene de una palabra y tradición árabe (munna o mouna) que significa “provisión para la boca”. Las monas de Pascua se elaboran desde el siglo XV y en un principio no eran dulces sino saladas pues se consumían junto a la también famosa longaniza de Pascua. Con el tiempo pasaron a ser dulces y a llevar un huevo duro con cáscara, como símbolo de la entrada de la primavera y la fertilidad. Cuando se empezó a importar el cacao de América, algunos de estos huevos pasaron a ser de chocolate, aunque en la Comunidad Valenciana siguen utilizándose huevos duros.
Según manda la tradición por estas zonas, el Lunes de Pascua se reúnen las familias para ir a comer la mona a algún lugar y esclafar el huevo duro en la frente de algún desprevenido/a. Otra costumbre, menos extendida, es que los padrinos o abuelos regalen las monas a sus ahijados o nietos hasta que éstos cumplan los 12 años de edad.
Estas y otras costumbres que han pasado de generación en generación, se enfrentan ahora a nuevos cambios y retos, empezando por la decoración de este dulce. Ahora, cada vez más, se usan pollitos de fieltro, plumas o anisitos de colores para decorar las monas de Pascua. Hasta se hacen formas de dinosaurios o diseños de la Peppa Pig o la Patrulla Canina para captar la atención de los más pequeños.
Otra novedad importante son los concursos y competiciones que hacen las panaderías de la región para exhibir sus mejores producciones. En el XIX Concurso de Monas de Pascua organizado por el Gremio de Panadería y Pastelería de la Comarca de l’Alacantí, la Panadería Castell se ha hecho con el premio a la mejor mona de Alicante.
Lo cierto es que, independientemente de los premios y reconocimientos, todas las panaderías de la zona alicantina elaboran a destajo monas y fogassetas para estos días. En la producción no se descuidan aspectos importantes como el uso de los mejores ingredientes provenientes de proveedores autorizados o el correcto envasado y etiquetado del producto final. Las buenas prácticas de elaboración, almacenamiento y transporte juegan un papel muy importante en todo el proceso de fabricación y deben seguirse a rajatabla los requisitos establecidos en las guías del sector para evitar peligros y contaminaciones alimentarias.
Recordemos que el año pasado, La Federación Catalana de Pasteleros alertó de la venta de monas de Pascua sin el envoltorio y el etiquetado sanitario obligatorio lo que suponía un problema para la salud pública. Es obligatorio por ley que en el etiquetado se mencionen los alérgenos presentes en la receta: huevo y gluten, por lo general. En el caso de elaborar monas de Pascua sin gluten y/o sin huevo, habrá que garantizar la ausencia completa de estos alérgenos para la seguridad de los consumidores con alergias e intolerancias.
En CYSA pensamos que las mejores monas de Pascua son aquellas hechas con cariño y esfuerzo pero también con la mayor seguridad y calidad alimentaria posible. ¿No crees?